viernes, 12 de junio de 2015

Que cocinen ellos (los robots)

Uno al que se ve que le gusta cocinar
Tengo que confesar que a mí la cocina me atrae más como consumidor ó espectador (me quedo absorto viendo cómo los chefs mediáticos preparan sus platos) que como "oficiante". Tengo los conocimientos y la práctica básicos para salir del paso, pero ante un reto de un nivel medio prefiero dejar paso a quien sabe más del asunto (o le gusta más "meterse en harina", valga la metáfora). Y creo que no soy el/la único/a.
 
Por eso, al ver el prototipo de robot "chef de cocina" que  presentó en la reciente Feria de Tecnología Robótica de Hannover la empresa Moley Robotics (www.moley.com), comprendí que ahí había un mercado potencial inmenso, y la solución a muchos problemas domésticos / conyugales (¿necesito explicar esto?). Lo llaman Robot Master Chef (sí, no se han estrujado mucho el magín para ponerle nombre) y es un desarrollo conjunto de la citada Moley con la Shadow Robot Company (www.shadowrobot.com), que es quien aporta la sofisticada tecnología de los brazos robóticos, y otros partners.


El mensaje comercial es apabullante: "Cocina 2.000 recetas, limpia la cocina y friega los platos". El nirvana. Detalles técnicos: el robot es el resultado de más de dos décadas de investigación y desarrollo; tiene dos manos robóticas de una precisión y flexibilidad asombrosas. Cada mano contiene 24 motores, 26 micro-controladores y 129 sensores. Los brazos han sido diseñados y programados para reproducir los movimientos de un chef humano profesional. De hecho, para la carga inicial de recetas, se ha recurrido a Tim Anderson, ganador de una de las ediciones del programa Master Chef en la BBC. La cosa funciona un poco como cuando se graban escenas con personas reales que luego se transforman en imágenes virtuales en un videojuego: El chef, con unos guantes y mangas llenos de sensores, elabora el plato de principio a fin, de forma que todo el proceso queda grabado y es reproducible a continuación por los brazos articulados.

La cocina robotizada de Moley

Como todo no podía ser perfecto, para funcionar correctamente el robot necesita que alguien (se supone que un ser humano) le coloque los ingredientes en el lugar y recipiente adecuados (me puedo imaginar el resultado si le cambias de lugar el tabasco por el aceite). Pero seguro que en la versión 3.0 esto queda solucionado.

Pero antes de seguir analizando los pros y los contras, os aconsejo que veáis el vídeo de demostración . Dejando aparte el tufillo empalagoso del anuncio, la verdad es que impresiona ver cómo se mueven los brazos robóticos y con qué facilidad manejan los utensilios de cocina. Este otro vídeo en la página web de Moley es un poco más largo, 6 minutos, y es una ficción sobre cómo funcionará el robot, pero es interesante ver cómo prepara un plato de macarrones con tomate y chiles.

Moley anuncia la versión comercial, el modelo MK1001, para 2017. Barato no va a ser: $72.000. Pero parece que esperan vender muchos y mejorar el proceso de fabricación lo suficiente para al año siguiente, en 2018, sacar otros dos modelos: el MK2002 por $22.000 y el MK3002 por "sólo" $15.000. Eso sí, puedes hacer ya la reserva de cualquiera de los 3 modelos por $100.
 
A mí la sensación que me da es que este tipo de robot puede solucionar los casos de preparaciones muy "estandarizadas", sujetas a un proceso de elaboración secuencial y con poco espacio para la creatividad. Si, por lo que sea, las patatas que echas en la cazuela necesitan un par de minutos más de cocción, el robot pasa de todo y, cuando se cumple el tiempo pre-establecido, determina que es el momento del siguiente paso y punto; las patatas se quedan como estén.




Haciendo el sofrito
Por otro lado, el reproducir exactamente los movimientos de un ser humano no es, necesariamente, el camino para lograr una máxima eficiencia coste/resultado en un proceso de automatización. Si ya se tiene la tecnología, perfecto, pero 1) no será barata y 2) probablemente estará sujeta a ciertos grados de error (que también suceden en el caso humano, pero que éste soluciona gracias a su capacidad de improvisación y creatividad). 
 
En definitiva,  el Robot Master Chef puede ser un gran aliado en la cocina de novatos y personas con pocas ganas de meterse entre fogones (¿90% de la Humanidad?), así como para bares y restaurantes con una carta sencilla, que no aspiren a las estrellas Michelín (Chicote: Te quedas sin candidatos para "Pesadilla en la cocina"). Siempre que el precio baje a un rango razonable.
 
Pero, para darle el componente de creatividad, que tanto caracteriza la alta cocina actual, necesitamos un paso más. Y aquí viene el viejo amigo Watson en nuestra ayuda. Lo comentaremos en un próximo post.
 

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