viernes, 19 de junio de 2015

Sorpréndeme, Chef Watson

Conocimos al amigo Watson dominando la final del juego Jeopardy en la TV americana (ver entrada "Pregúntale a Watson" ) y empezando a hacer sus pinitos en diagnósticos médicos y en soporte de call centers. Pero el tiempo pasa y Watson no descansa... Una de sus últimas áreas de especialización ha sido la cocina, o más concretamente, la aplicación de la potencia de la inteligencia cognitiva a la generación de recetas novedosas que respondan a una variedad de necesidades. Esto hay que explicarlo un poco más.
 
Recordemos que Watson tiene una colosal velocidad de proceso, una memoria prodigiosa y, lo que es más importante, tiene la capacidad de aprender por sí mismo. Aplicado a la cocina, esto quiere decir que puede memorizar millones de recetas (si las hubiera), analizar cómo se combinan típicamente los distintos ingredientes (en las múltiples variedades de cocina regional), añadir cómo funcionan las preferencias humanas (teoría de la percepción hedónica) y el resultado de las distintas técnicas culinarias. Con todo ello, puede generar nuevas posibilidades, proponiendo combinaciones de ingredientes y procesos de elaboración hasta ahora no probados (cocina fusión llevada al extremo), cada una de ellas con un índice de originalidad y de aceptación potencial.   
 
Antes de negar con la cabeza (y pensar que nunca Watson podrá ni siquiera llegarle a la suela del zapato a un Ferrán Adriá), copio unos párrafos del documento del IBM Research donde se comentan estas posibilidades: "Tendemos a pensar en la cocina como un arte pero, en realidad, hay una ingente cantidad de química y de ciencia neuronal en cada plato". "La cocina cognitiva no está programada para dar una respuesta concreta a una pregunta concreta, una consulta del tipo if -> then. Entiende, aprende y considera no sólo los "big data" sino la percepción humana". Y, si todavía no estás convencido, escucha a Héloïse Vilaseca, ingeniera química, Directora del Centro de Innovación de El Celler de Can Roca (mejor restaurante del mundo 2015), cuando sugiere que su Centro "es un laboratorio de alquimia, de química a la antigua".
 
La cosa funciona así: Le indicas al "chef" unos ingredientes básicos (por ejemplo: pollo y aguacate, SIN tomate), un tipo de plato (Enchilada, Parrilla, Sopa,...) y un estilo (Mexicano, Hindú, Francés,...). También indicas en una escala el grado de originalidad, desde "Keep it classic" hasta "Surprise me". Watson te devuelve una serie de "recetas sugeridas", con ingredientes (muchos más que el pollo y el aguacate) y forma de elaboración. Y ahora, a hacerlo. O sea, que a diferencia de lo que vimos con el robot Master Chef en el post anterior, aquí el que hace el plato es el humano (¿o se podrían combinar ambos sistemas?: Watson "crea" la receta, un cocinero experto la ejecuta y "carga" la memoria de Master Chef, que es capaz de reproducirla n veces a partir de entonces en la cocina de cualquier aficionado...¿no es maravilloso?).


El sistema se está perfeccionando con la colaboración de chefs profesionales del Institute of Culinary Education (ICE) de Nueva York (www.ice.edu ). En este vídeo los podéis ver y, a tenor de sus caras y comentarios, parecen satisfechos con los resultados.

También, el verano pasado, IBM puso en marcha por Texas un "Food Truck" con el slogan "IBM Cognitive Cooking", que asistió a algunos festivales  veraniegos de música y de tecnología. En ellos llevaron a cabo numerosas "user experiences", para seguir alimentando y mejorando la inteligencia cognitiva de Watson. Esa es su potencia, que no deja de aprender.

Y si quieres experimentar con esta herramienta (me imagino que será una versión más reducida), sólo tienes que solicitar tu admisión en el programa beta de la app  "Chef Watson" en:
  https://www.ibmchefwatson.com/ .

No, si al final va a resultar que le voy a coger el gusto a esto de cocinar...

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