viernes, 18 de marzo de 2016

La venganza del dios Cautchouc

Inmenso almacén de ruedas usadas en Seseña
En los sucesivos capítulos de la muy recomendable novela de Vargas Llosa, "El sueño del celta" (2010),  se van alternando las experiencias vividas por el británico Roger Casement a comienzos del siglo XX en tres escenarios muy diferentes: el Congo colonial, el Perú de la "fiebre del caucho" y la Irlanda de los movimientos revolucionarios anteriores a su independencia. 

Como por el título del post habrá deducido el sagaz lector (y por la foto que lo acompaña), viene a colación esta mención al Nobel peruano por el segundo de los escenarios. A mediados del siglo XIX, el descubrimiento del proceso de vulcanización (por el que el caucho natural adquiría unas propiedades muy interesantes) y de la cámara neumática derivó en una fiebre extractiva del caucho. Por aquel entonces, el árbol del que se extrae el látex, la materia prima del caucho, el "Hevea brasiliensis", se encontraba únicamente en la zona amazónica compartida por Brasil, Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador.

viernes, 11 de marzo de 2016

Protos arithmos: 2,3,5,7,11,13,17,19,...

Así aprendimos a encontrar los números primos
Probablemente fuera así, πρώτος αριθμός , como llamara Euclides a los números primos. Porque en sus "Elementos", escritos en la colonia griega de Alejandría en el 300 a.C., es donde se recogen por primera vez la definición y ciertas hipótesis sobre estos curiosos números. Y digo probablemente porque este texto no llegó hasta Europa Occidental hasta 1.400 años después (que se dice pronto), y no en su griego original, sino a través de una traducción árabe intermedia. "Protos" en el sentido de "los primeros", los más importantes, cuyo sentido se mantuvo en el latín "Primo" (y nada que ver con el hijo de tu tío).

Durante siglos, los números primos fueron "coto cerrado" de los matemáticos, que parecían divertirse explorando sus características y formulando hipótesis y conjeturas de difícil probatura. A modo de ejemplo, dos de las más famosas y, todavía hoy, no demostradas:

viernes, 4 de marzo de 2016

De Torre Picasso a Diagonal en menos de 2 horas

Cartel de la película
El 21 de Octubre de 2015, hace unos meses, se conmemoraba la fecha en que Marty McFly y Doc Brown "aterrizaban" en el futuro, 30 años después de su "presente" en la América tradicional de 1985. Hubo bastantes artículos en prensa y reportajes de televisión poniendo de manifiesto cuáles de los cambios tecnológicos y sociales anticipados en 1989 (año de estreno de la película) por los guionistas de "Back to the Future - Part II" habían resultado acertados y cuáles no.

Entre los aciertos, todo el mundo reconoce: la omnipresencia de cámaras de vigilancia, drones no tripulados para tareas mundanas, pantallas planas de gran tamaño montadas en la pared, sistemas de video-chat, anuncios en forma de hologramas parlantes, "wearables", pago mediante huella digital, cine en 3-D, etc...

Entre los "fallos", aparte de que hoy por hoy los viajes en el tiempo no son posibles (digan lo que digan en "El Ministerio del Tiempo"), destacan dos: todavía no hay monopatines que se deslicen sobre una capa de aire (los llamados hoverboards ) ni los coches vuelan, al menos de forma habitual. Pero esto último, por lo que vamos a ver a continuación, puede cambiar en pocos años.